Critica presidente peruano versiones sobre su posible destitución

El presidente peruano, Pedro Castillo, desdeñó los rumores sobre su posible vacancia (destitución por el Parlamento) y dijo que a los que siempre gobernaron su país les cuesta aceptar su elección como jefe de Estado.

‘No nos preocupan -dijo- los rumores, que esté de moda la vacancia, a la que llamo ‘la vagancia’, porque solo piensan en ella los vagos’, los que durante mucho tiempo han vivido del Estado y hoy extrañan el disfrute del poder y ‘por eso mienten al pueblo, confunden a la población’.

‘Cuánto les cuesta asimilar a los que gobernaron el país, que hoy ha llegado a gobernar un hombre del pueblo, cuánto les cuesta aceptar eso a los que no pudieron ganar en las urnas y que hoy en las calles tampoco pueden ganar’, agregó.

El jefe de Estado pareció aludir así a manifestaciones en defensa del gobierno y contra afanes golpistas denunciados por diversos sectores, y a favor del Congreso, siendo las primeras mucho más numerosas y lanzó el lema ‘áleales siempre, traidores nunca!’

Dijo también que su país grita en las calles la necesidad de grandes reformas constitucionales, las cuales no significan ahuyentar a los capitales, como dicen los contrarios al cambio, y aseguró que hay importantes empresarios, de origen modesto, comprometidos a invertir en el país.

Se refirió también a la simultánea comparecencia de la primera ministra, Mirtha Vásquez, ante el Congreso de la República, en busca de su ratificación mediante un voto de confianza del Legislativo.

Esa ratificación, apuntó Castillo, será para recuperar la soberanía sobre las fuentes de gas natural, la llamada segunda reforma agraria, de impulso a la agricultura familiar y pequeña; la provisión de fondos para obras de agua y desagüe, salud pública y lucha contra la delincuencia.

Sobre lo último, dijo que este martes se reunirá con los ministros del Interior, Defensa y Justicia, para llevar adelante la lucha contra la criminalidad, con participación de las rondas campesinas -grupos populares de orden público- y la población organizada.