El sello de Meliá en Trinidad ( + fotos)

Que la cadena española Meliá Hotels Internacional incluyera entre sus destinos turísticos la tercera villa cubana no es casual. El grupo hotelero, con una presencia consolidada en la Mayor de las Antillas, apostó también por los encantos de una ciudad que seduce al visitante.

En una franja de la playa Ancón, sobre una plataforma de 5.9 hectáreas, se erige el hotel Meliá Trinidad Península, una acogedora instalación que en su diseño recrea detalles de la urbe colonial y los combina con tecnología de punta en todos sus procesos y sistemas. Servicios de alto estándar lo convierten en la principal novedad de la temporada alta de turismo —a punto de iniciarse— en la provincia de Sancti Spíritus e incluso en Cuba.

Alrededor del patio central se ubican las principales áreas de servicios; bares y restaurantes especializados, una zona dedicada a eventos, reuniones profesionales y atención a grupos de circuitos, gimnasio y salas de juegos reciben los toques finales de cara a la apertura parcial, este 16 de noviembre, para la cual estarán listas además de 200 habitaciones, las piscinas y el área de la playa próxima al centro turístico.

TERMINACIÓN Y ENTREGA

Con experiencia en proyectos vinculados a la construcción de viviendas en La Habana, el ingeniero civil Moidel Rodríguez Padrón reconoce las complejidades en la ejecución de una obra como el Meliá Trinidad Península durante una etapa en la que coincidieron tensiones en contratos y picos pandémicos.

El joven, que ha permanecido a pie de obra desde los mismos cimientos de la instalación, se desempeña actualmente como director logístico de la Empresa Mixta Toscuba y es el responsable de supervisar cada detalle de esta fase de terminación.

“La meta es entregar un producto acabado y con elevada calidad como corresponde a un hotel con categoría cinco estrellas. Se ha trabajado con tecnología de punta, toda instalada y ahora en proceso de compatibilización de los sistemas de clima, corrientes débiles y telemática, entre otros”, asegura el especialista.

Como contraparte de la ejecución, Roberto Juan Rovira Martínez representa las entidades del Ministerio de la Construcción (Micons) que intervienen en las labores, a cargo en estos momentos de fuerzas de la Empresa de Construcción y Montaje de Sancti Spíritus.

“El hotel se encuentra en fase de terminación y entrega —expone—. Todo el bloque central y el de servicios están listos junto a las 200 habitaciones que componen el módulo con el que la instalación iniciará su operación turística.

“Se trabaja, asimismo, en un grupo de objetos de obra que concluirán a fines de año, entre ellos los tres bloques de habitaciones que restan y el servicio The level (un espacio de atención personalizada, privado e íntimo para recibir a familias, parejas o grupos con un alto nivel de servicios)”, refiere el representante del Micons.

La ejecución de este alojamiento resultó un desafío para el sector de la construcción en la provincia. En ello coinciden inversionistas, proyectistas y trabajadores a pie de obra, quienes han mostrado un alto grado de especialización en diferentes labores para dotar al Meliá Trinidad Península de elegancia y confort.

De acuerdo con Rovira Martínez, organizar todo el sistema de trabajo desde el punto de vista del constructor fue otro de los retos. “Hemos tenido que vincular a trabajadores del Micons de varias provincias con fuerzas del sector no estatal, pues en las labores también intervienen varias mipymes en distintos paquetes de especialidades”.

La puesta en marcha de la instalación, a solo 10 minutos del Centro Histórico de Trinidad y con vistas a las montañas de la Sierra del Escambray, no solo incrementa las capacidades de alojamiento en el territorio espirituano, sino que estrena en este polo turístico la presencia de Meliá, con una treintena de establecimientos ubicados en toda la isla caribeña.

EL ESTRENO

De los mercados canadiense y europeo proceden los primeros huéspedes que acogerá la instalación turística tras la arrancada el próximo 16 de noviembre. Su director general, Juan Pereira, vive por vez primera las tensiones que genera un acontecimiento como este. “Todo un reto profesional. He dirigido otros hoteles, pero es mi primera apertura.

“Tenemos un buen producto, que incluye capital humano e infraestructura, con los estándares que exigen nuestros servicios. Pondremos el sello de Meliá, de Cubanacán y de Toscuba para continuar desarrollando el turismo en el país”, asegura.

Tan intensa como esta etapa de acabado es la de la preparación de los recursos humanos, con presencia significativa de jóvenes egresados del Centro de Capacitación para el Turismo del territorio, lo cual propicia además la creación de empleos.

Según el directivo español, el proceso se ha desarrollado en varias sesiones y ya los primeros 300 trabajadores que integran la plantilla —de unos 600 en total— ocupan sus respectivos puestos. “La aspiración es que todo nuestro personal tenga la identidad de un Meliá cinco estrellas”.

La inauguración total del alojamiento se anuncia para enero de 2024, coincidiendo con los festejos por el cumpleaños 510 de la ciudad. Con dos vuelos semanales Toronto-Cienfuegos, Canadá se convertirá en el principal mercado emisor de vacacionistas, aunque se potenciará también el turismo europeo, latinoamericano y nacional, según palabras de Juan Pereira.

En conteo regresivo para su estreno, las expectativas son muchas, afirma el ejecutivo. “Meliá Trinidad Península se suma a los atractivos de la ciudad, que tiene cultura, patrimonio, tradición, buena gastronomía y una historia impresionante. No tenemos dudas de que estamos en uno de los destinos más completos del país”.