El agobio de los precios

La falta de sistematicidad en el enfrentamiento a las violaciones, el inestable funcionamiento de los órganos de control y las ilegalidades que aún pululan mantienen en vilo a los espirituanos

El incremento de puntos de venta en la zona del Camino de La Habana no condiciona la baja en los precios. (Foto: Roberto Javier Bermúdez/ Escambray)

Si hay un tema que no acaba de enderezarse en la provincia, a pesar de las acciones que cada año se desarrollan como parte del enfrentamiento a los precios especulativos y abusivos, es el de las violaciones con las que los espirituanos chocan diariamente. No solo en la venta de alimentos, que por lo general es lo más cuestionado, sino también de otros bienes y servicios que suben su costo como la espuma, sin que hasta el momento encuentren freno a la desmedida problemática.

En un breve recorrido de Escambray por zonas de la ciudad cabecera donde predominan los comercios y negocios de diversa índole, la opinión pública alzó su voz para manifestar su insatisfacción relacionada con la disparidad de los precios en productos de un mismo tipo, sin que se denote un seguimiento estable y exigente de los órganos de control, lo que pone en jaque a muchos de los comercializadores, aunque como algunos confiesan, cuando los inspectores vienen todos se avisan entre sí y desde que se van, la vida sigue igual.

LA VOZ DEL PUEBLO

Como declaró Roberto Echemendía, un jubilado residente en la zona del Kilo-12, la balanza nunca está a favor del pueblo. “Cada mañana salgo con la jabita a tratar de encontrar alguna vianda barata para calzar la escasez de arroz y recorro todos los puestos sin que logre algún beneficio, ni siquiera bajan aquellas que están a punto de descomponerse, por eso me indigno cuando pregunto por el precio de la malanga, que en ocasiones supera hasta los 200 pesos la libra, y qué decir del boniato, cuando el otro día uno solo superaba los 500 pesos, yo no sé a dónde iremos a parar”.

Criterios similares son referencia en los puntos donde se vende la carne de cerdo, con costos que superan los 750 y 800 pesos la libra, y qué decir del propio arroz que ya ronda los 280 pesos la libra o el huevo que, cuando lo encuentras, no baja de los 90 pesos la unidad.

En otro populoso mercado de la ciudad, el del Camino de La Habana, Evangelina Pérez, de 68 años de edad, trata de persuadir al vendedor para que le rebaje la calabaza; pero fue en vano, a pesar de que la mercancía lleva días en la tarima y ya muestra signos de maduración.

LO QUE DICE LA LEY

En un reciente análisis relacionado con los precios especulativos y abusivos que tuvo lugar en el Buró Provincial del Partido, en Sancti Spíritus, se evaluó la marcha del enfrentamiento a esta problemática en cada uno de los territorios, donde, según las cifras expuestas, en lo que va de año se realizaron más de 43 000 acciones de control con inspectores de diversos organismos que fueron capacitados para realizar este trabajo. Como resultado, se aplicaron más de 32 400 multas, aunque se reconoce que sigue siendo un problema que, de este total, solo el 17.4 por ciento corresponde al Decreto 30/21.

Al consultar lo que establece dicha disposición jurídica, que fue aprobada por el Consejo de Ministros y publicada por la Gaceta Oficial de la República de Cuba No. 8 extraordinaria el 29 de enero de 2021, es posible comprobar que: “El objetivo declarado de esta legislación es brindar base legal al enfrentamiento a las conductas de indisciplina y evitar que se generen precios abusivos y especulativos en violación de las normas que rigen la política de precios y tarifas por las personas naturales relacionadas con la comercialización de bienes y servicios, de forma mayorista o minorista”.

De igual forma, aparecen claros los conceptos por los cuales los emprendedores deben regirse para realizar cada una de las actividades comerciales o de servicios, donde los entendidos en la materia han definido que para poder determinar cuál será el precio o los precios de cada producto se pueden usar dos métodos: “El método de costos, que consiste en sumar todos los costos del producto y luego añadirle el margen de ganancia al que aspiramos; y el método de promedio de mercado, que consiste en determinar el precio de nuestro producto, basándonos en el promedio de los precios de los productos similares al nuestro que existan en el mercado”.

Sin embargo, el propio Decreto aclara: “Determinar qué precio ponerle a los productos y servicios en la Cuba que vivimos hoy, no debe ser una tarea tan simple, sino una decisión a pensar y analizar bien. De esta forma, para su conformación, además de las consideraciones clásicas de la contabilidad, las finanzas o la estrategia empresarial, se deben meditar otras variables típicas de nuestro actual contexto de carestía material, agravada por otros factores harto conocidos”.

VIOLACIONES MÁS CAUSAS

Atendiendo al propio análisis del Buró Provincial del Partido en Sancti Spíritus, en todo este período se denota inestabilidad en los chequeos sobre las ventas o las prestaciones y aunque a la par de las multas se aplicaron otras medidas como el decomiso de las mercancías o las ventas forzosas a precios más económicos —esta última, una de las que más agradece la población—, aún no han sido suficientes como para frenar la ola de precios abusivos que ronda cada negocio.

En este propio contexto se conoció que entre las violaciones más frecuentes figuran los productos sin precios visibles, pizarras informativas desactualizadas, ausencia de fichas de costos, comercialización ilegal de productos y muchas otras que, sin duda, afectan a la población.

Pero de igual forma se habló del funcionamiento inestable de los órganos de control popular que no deben enfocarse solamente en chequear la venta de alimentos y bebidas, sino también en el alza de los costos de otros servicios relacionados con actividades imprescindibles como la albañilería, plomería, peluquería-barbería, la transportación o la comercialización de productos de aseo, por citar solo algunos ejemplos.

En los estados de opinión de la población, más del 65 por ciento figuran como desfavorables y saltan, además, la falta de inspectores para enfrentarse a esta problemática, incluso, los señalamientos críticos a algunos de los que están en funciones por conductas inadecuadas en su labor.

Lo cierto es que, en el Tercer Ejercicio de Enfrentamiento Popular, donde sin lugar a duda saldrán a la luz un número de violaciones, Sancti Spíritus, que no es de las más señaladas en este sentido, se adentra nuevamente en un tema complicado pero necesario.

Y aunque falta completar las plantillas de inspectores y muchos de los que se capacitan y comienzan luego no continúan en esta actividad, tal y como aseguró Rafael Enrique Bernal Díaz, director de la Dirección Integral de Supervisión en la provincia, urge adoptar medidas que permitan acorralar las violaciones de toda índole para aliviar los problemas.

Otros temas, no menos importantes, fueron analizados, entre ellos: retrasos en la creación de cuentas fiscales (3 361 sin completar), la negativa de muchos negociantes de aceptar las pasarelas de pago, la desactualización de los proyectos, incluso la cadena de impagos en el sector estatal que afecta sobremanera a campesinos y demás proveedores de alimentos y otros productos.

No obstante, la miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en la provincia, Deivy Pérez Martín, reconoció que en el territorio se palpa un resultado superior a igual etapa del año anterior en cuanto a la actividad de enfrentamiento, con un crecimiento, por ejemplo, en 4 400 multas, pero dejó claro que aún está sin resolverse la cuestión de los precios abusivos y especulativos.

“Hoy todo tiene un costo y atrás quedó la etapa en que el Estado asumía, por eso nos toca ser más exigentes con los controles. Es verdad que el pueblo vive en un agobio con el tema de los precios y que no existe correspondencia entre el salario de muchos y los costos de los alimentos, pero hay que ser más exigentes y dirigir las acciones hacia los aspectos que más golpean a la población”, destacó finalmente la primera secretaria del Partido.

Rosa Blanco Martínez

Texto de Rosa Blanco Martínez

3 comentarios

  1. Perdón, pero no deberían en estos casos hablar de temas, sino de PROBLEMAS, realidades dolorosas, como es el caso de los precios, que por cierto son los que aumentan, y no los costos. Hay una diferencia sustancial.
    Tema es un término lingüístico, y si se va a criticar, como es el caso, les sugiero que usen la palabra que lleva esta realidad económica y social..
    Gracias por el análisis del asunto.

  2. Tengo una opinión. NO SE QUIERE ENFRENTAR EL TEMA DE LOS PRECIOS POR EL GOBIERNO. Les explico mis razones.
    Por que se hacen esos operativos cuando lo orienta el pais y se evalua el trabajo por el monto o la cantidad de multas cuando en realidad lo que se debe hacer es un trabajo sistematico sobre lo que esta establecido.
    Por que no se exige el cumplimiento de los precios topados en los alimentos que es lo fundamental y el dia a dia de la población. Tengamos en cuenta que el campesino es quien menos le gana a su producto, es el que lo cultiva y asume todos los gastos sin embargo el que lo vende a la población le gana en pasar de mano a mano mucho mas y sin gastos significativos.
    Por que no se exige el listado de precios como dice la regulacion que tiene que estar visible a los clientes, sino que el que lo tiene lo hace con letra ilegible con color que no se ve o no lo hace y ademas dice que eso es para los inspectores y aplica el que le da la gana.
    Es que estas cosas no lo sabe el gobierno, que precio tiene el pan que venden los bicicleteros por las calles, el que les da la gana, no0 se sabe de que panaderia es, cuanto pesa, etc y ademas cualquiera vende pan hasta personas con dudosa higiene, pero ademas ninguno paga nada al fisco, ES QUE ESO NO LO SABE EL GOBIERNO.

  3. Asi que le huevo no baja de 90 pesos, venga a los municipios para que los vea a 120 cada uno

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