Desde muy pequeña, Hanoi Guillot Pérez sintió, por primera vez, el llamado de la Historia, una ciencia que la enamoró y a la que ha dedicado su vida. También en ese idilio tuvieron un rol fundamental su abuelo Manuel y su tía Carlota Guillot.
Por ello, luego de terminar los estudios preuniversitarios, optó por la Licenciatura en Historia y Marxismo, con enfoque pedagógico, un nuevo amor que surgió después, pero que también le atrajo.
De allí en adelante se apasionó con su profesión y a ella ha dedicado más de 30 años, en los que ha formado a varias generaciones de historiadores y se ha vinculado a numerosos proyectos investigativos.
¿Cómo ha sido su tránsito profesional?
Realmente, he sido muy dichosa. Primero, comencé como profesora de Secundaria Básica en La Sierpe, y luego en Sancti Spíritus en las secundarias de los Olivos I y II. Allí me formé como maestra con las características propias de esos estudiantes y luego fui metodóloga municipal.
Más tarde llegó la posibilidad de trasladarme a la universidad en el año 2000, fue un cambio fuerte, pero decidí arriesgarme, primero formé a los profesores generales-integrales y luego fui jefa de departamento.
Esos fueron para mí procesos muy importantes, pues aprendí lo multifactorial de cada disciplina, y me dio un mayor enfoque como jefa y profesora. Luego, comencé a impartir asignaturas del área de la didáctica.
Actualmente, me desempeño también como profesora de Cultura Política en el IPVCE Eusebio Olivera Rodríguez.
Luego de haber transitado por las diferentes enseñanzas, ¿tiene alguna preferencia a la hora de impartir clases?
Todas las enseñanzas me aportaron. Los de la Secundaria son muchachos más inquietos y eso obliga al profesor a ser más orientador e incidente con ellos. Mientras, en la universidad el alumno es más independiente.
Pero creo que, si tengo que escoger una, me quedaría con la Enseñanza Superior, pues es a la que más años de trabajo he dedicado.
¿Qué es lo que más disfruta de la Historia y de su trabajo?
«De la historia como ciencia disfruto la parte investigativa, y de la pedagogía la posibilidad de formar y aportar al desarrollo de futuros profesionales.
«Sin lugar a duda, creo que mi trabajo tiene un desarrollo cíclico tremendo, mi decana y jefe de departamento fueron mis alumnos; también tengo compañeros que han sido mis profesores, como Nilo Durán y Carlos Gómez, y eso es verdaderamente satisfactorio».
Además de impartir clases, Hanoi trabaja y apoya varios proyectos de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez entre los que destacan Guerra de Liberación Nacional, que se encarga del estudio de hechos históricos de la localidad, a partir de sucesos e historias de vida. También apoya el de transformación ciudadana de los estudiantes vinculados a la Enseñanza Media.

“La Historia es una ciencia hermosa pero muy compleja, pues implica múltiples criterios. A pesar de que tiene una base reproductiva, hay que interpretar y razonar mucho, pues implican lógica y pensamiento”.
¿Considera que la enseñanza de esta materia es fundamental para la formación del profesional?
Por supuesto, pues posibilita interpretar el mundo, comprender tus raíces y hacer un estudio del comportamiento humano.
La Historia les permite a las personas entender los contextos en que vivimos como sociedad, comprender y valorar por qué actúa así el ser humano, además de desarrollar valiosas habilidades en el área de la comunicación.
¿Cómo valora la preparación y superación constantes de quienes la imparten?
Los profesores tenemos que seguir leyendo y actualizándonos para aprender, prepararnos y llegar mejor a los estudiantes.
También considero fundamental el uso del soporte material como medio para impartir la Historia, pues esto permite que los estudiantes comprendan, de forma tangible, el contenido que les estamos impartiendo.
Del estudio de esa ciencia, ¿qué parte considera imprescindible?
Toda la Historia, sus partes y características son fundamentales. Pero, creo que estudiar las personalidades es imprescindibles, pues esas personas son las encargadas de dirigir a las masas, que son finalmente quienes hacen la historia, eso no puede obviarse.
Luego de tantos años en la profesión y ya más cerca de la edad de jubilación, ¿piensa seguir entregada a la Historia?
No me hallo en otra profesión, porque la Historia fue la que me escogió desde muy niña. Desde entonces vivo enamorada de ella, a su servicio y agradecida de cómo esta ciencia ha contribuido a mi formación, no solo como profesional, sino también como ser humano porque entender la Historia es entender el mundo, tal y como lo vivimos hoy.
Hanoi es una extraordinaria persona. Tengo el gran privilegio de ser su compañero de trabajo y testigo de la consagración y el empeño cotidiano que Hanoi le pone a todo lo que hace. Es muy querida por sus estudiantes y colegas. Posee una vasta cultura que le ha permitido transitar por la Didáctica de la Historia, y en esa materia no hay quien le haga un cuento. Es una bella mujer, muy agraciada, que no descuida su apariencia y que siempre luce una sonrisa. Pero sobre todo, Hanoi es una extraordinaria amiga. Felicidades Hanoi
Excelente profesional, amiga y hermana, lleva la pedagogía en sus genes y la historia en su mente.
Excelente amiga, tutora de numerosos trabajos de diploma, todo grandeza y una humildad increible
Excelente profesora, en lo personal me impartió metodología de la enseñanza de la Historia; aportó mucho a mi formación como profesor de la asignatura junto a otros como Mariano Alvarez Farfan, Rolando Rodríguez Miranda, Santana, Rebeca, Aneiros, Carmen Alicia, Iolexis Cabrera, Mercedes, Carlos Gómez, Eddy Morera, Esperanza Muro, Luis Orlando, Dignora Montano, Carlos Crespo, Manuel, entre otros muchos que nunca olvido y que sus enseñanzas, su amistad siempre han estado presente, excelente e incondicional claustro. Alguno de ellos ya no están, pero sus recuerdos y mi admiración por ellos hacen que siempre estén presente y los recuerde. A Hanoi mis felicitaciones y mi orgullo de haber sido su alumno.