Con una agenda enfocada en resultados concretos, el presidente Lula da Silva recibe este viernes en Brasilia a líderes y representantes del Caribe y América Latina en la Cumbre Brasil-Caribe
En el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería, Lula encabezará la recepción a jefes de Estado, representantes de los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom), además de Cuba y República Dominicana, en una señal de reactivación de los lazos políticos y económicos de Brasil con sus vecinos insulares.
Cinco temas clave atraviesan los debates: seguridad alimentaria y nutricional, cambio climático, transición energética, gestión de riesgos de desastres y conectividad física y digital.
«La idea es realizar una cumbre centrada en resultados concretos, problemas reales. No para discutir el globo terráqueo», declaró la embajadora Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores, al destacar el enfoque práctico del encuentro.
El vicepresidente Salvador Valdés Mesa encabeza la delegación cubana y se espera su activa participación en intercambios y en la necesidad de mayor cooperación Sur-Sur para enfrentar los retos climáticos y económicos de la región.
Su presencia reafirma el compromiso de Cuba con la integración caribeña.
De acuerdo con el programa oficial, habrá una recepción a las 09:00, hora local, seguida por una foto oficial y una sesión plenaria.
El espacio para el diálogo entre líderes se ha diseñado para propiciar un intercambio «franco y dinámico», según comunicó el Ejecutivo anfitrión.
Al cierre, se firmarán acuerdos y los asistentes compartirán un almuerzo con presentación cultural.
Uno de los focos de cooperación será el comercio de alimentos. Brasil, con capacidad de producción para mil 600 millones de personas, ofrece colaborar con países que dependen hasta en el 80 por ciento de las importaciones alimentarias.
También habrá espacio para definir posiciones comunes rumbo a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), a celebrarse en noviembre en el norteño estado de Pará.
La región buscará mayor financiamiento climático, alertando sobre los efectos desproporcionados del calentamiento global en las islas caribeñas.
En conectividad, se analizará impulsar rutas como la uno para la Integración Sudamericana, que facilitaría el comercio entre Brasil y el Caribe vía Guyana, reduciendo costos y tiempos logísticos.
Actualmente, el comercio del gigante sudamericano y los países del Caricom ronda los cuatro mil millones de dólares, con saldo favorable para el gigante sudamericano.
Con este foro, Brasil apuesta por una integración más estratégica, solidaria y realista, que trascienda discursos y se traduzca en alianzas bien definidas.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.