Las verdades del bloqueo a Cuba

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba persiste. El bloqueo daña al pueblo cubano.   No hay familia cubana que no sufra los efectos del bloqueo Bruno Rodríguez: el bloqueo es la causa principal de los problemas de nuestra economía (+fotos e

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Caricatura Osval.

El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba persiste. El bloqueo daña al pueblo cubano.

 

No hay familia cubana que no sufra los efectos del bloqueo

Bruno Rodríguez: el bloqueo es la causa principal de los problemas de nuestra economía (+fotos e infografía)

 

Contra la lógica cubana y universal, Estados Unidos mantiene aún en este 2016 su guerra económica contra Cuba, cuando la comunidad mundial no concibe que, después del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, ocurrido a mediados del 2015 y la visita de Obama a La Habana, en marzo pasado, pueda Washington seguir manteniendo ese engendro criminal al que eufemísticamente llama embargo.

En su exposición pública en la tarde de este viernes del Informe de Cuba sobre la Resolución 70/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, correspondiente al 2016, el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla aludió a las incongruencias de la política del Presidente estadounidense Barack Obama hacia Cuba.

En concreto, comentó que el bloqueo se mantiene en sus aspectos esenciales, a pesar de que el propio Obama lo ha calificado de obsoleto, anclado en el pasado y rémora de la guerra fría, y ha dicho que no funcionó para los objetivos con que fue creado por EE. UU. hace más de medio siglo.

Sencillamente, la lógica y el sentido común no funcionan en este tema cuando, como todo el mundo sabe, la república imperial se vio obligada a sacar a Cuba el pasado año de la lista de naciones que apoyan o fomentan el terrorismo, en la cual la mantenía inicuamente, siendo este uno de los pretextos principales que utilizó para mantener el cerco económico-financiero a la isla en violación de las leyes internacionales.

En este sentido el canciller cubano fue enfático, al destacar que desde abril del año pasado y hasta la fecha el bloqueo costó a Cuba 4 680 millones de dólares a precios corrientes y que los daños acumulados desde su implantación a inicios de la década del 60 del pasado siglo suman 125 863 millones de USD, cantidad enorme para las dimensiones de la economía cubana.

Hasta una somera apreciación de este asunto permite encontrar fuertes contradicciones en la política impulsada por Barack Obama hacia Cuba, pues si bien de una parte ha criticado el bloqueo y emprendido medidas de apertura como la restitución de los vínculos a nivel de embajadas y la firma de convenios sobre aviación civil, enfrentamiento a desastres naturales y protección del medio ambiente; entre otras, de otro lado ha venido recrudeciendo acciones hostiles contra la patria de José Martí.

Para no ir más lejos, bajo la administración del primer presidente negro en la historia de la Unión Americana, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, impuso multas que pasaron de decenas de millones de dólares —en gobiernos anteriores— a cifras millonarias, como las aplicadas al banco francés Credit Agricole y el alemán Commerzbank en fecha reciente, con lo cual se llegó al récord de 14 000 millones en penalizaciones en menos de ocho años.

Esta es la causa directa de que, a pesar de ciertas medidas flexibilizadoras del bloqueo anunciadas por el Ejecutivo, como la autorización a Cuba de usar el dólar en sus transacciones internacionales, todavía no se hayan hecho efectivas, pues ningún banco de un tercer país ha asumido el riesgo, y tampoco ningún banco estadounidense ha admitido abrir cuentas a Cuba ni trabajar con activos de la isla.

Por otra parte, como bien señaló el canciller cubano, la aplicación extraterritorial del bloqueo persiste incluso hacia aquellos países que tienen estrechos vínculos políticos y económicos con Estados Unidos y están asimismo vigentes la Ley de Prohibición del Comercio con el Enemigo, que data de 1917 —y Cuba constituye él único país al que se le aplica—, así como las leyes Torricelli y Helms-Burton.

Encuestas realizadas en el país del norte dan cuenta del apoyo mayoritario del pueblo estadounidense hacia la eliminación de los obstáculos que frenan los vínculos con Cuba, empezando por el bloqueo, por lo que, según Rodríguez Parrilla, lo único democrático que pudiera hacer en ese sentido el Congreso de esa nación es eliminarlo siguiendo el sentir de sus ciudadanos.

Muy por el contrario —hizo notar el titular del Minrex—, a ese Congreso se han presentado enmiendas llamadas a aflojar el bloqueo, y ninguna ha sido aprobada. Incluso, apuntó, ante el acuerdo de restablecimiento de los vuelos regulares civiles entre los dos países, ciertos legisladores han presentado mociones para prohibirlos nuevamente.

Ante esos truenos es de esperar que Cuba ejerza su derecho de preparar en toda la línea para finales de octubre su vigésimoquinta arremetida anual contra el bloqueo, que tanto escozor causó en los más altos cargos del Gobierno estadounidense en el 2015, porque las verdades duelen, sobre todo cuando van acompañadas de tantos argumentos y del apoyo aplastante de la comunidad mundial.

Pastor Guzmán

Texto de Pastor Guzmán
Fundador del periódico Escambray. Máster en Estudios Sociales. Especializado en temas históricos e internacionales.

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