La Zaza sigue en jaque

Si en la semana que le resta a octubre —último mes de la primavera— no ocurre un milagro al estilo literario del mágico pueblo de Macondo, donde llovió sin parar por casi cinco años, la presa Zaza terminará el actual período húmedo con el peor acumulado en sus 43 años de existencia, pues este 23 de octubre apenas almacena unos 279 millones de metros cúbicos de agua para cubrir escasamente el 27 por ciento de su capacidad total.

A pesar del optimismo de muchos porque gracias a las lluvias de los últimos días su vaso recibió alrededor de 73 millones de metros cúbicos y de que el acuatorio ha presentado niveles más bajos en plenas sequías anteriores, nunca hasta hoy ha llegado en condiciones tan desfavorables a la época de más escasas precipitaciones.

Según la Subdelegación Técnica de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, en general los embalses del territorio espirituano apenas almacenan el 35 por ciento de su capacidad, con situación favorable en Tuinucú, Siguaney y Banao —que sobrepasan sus límites y se encuentran vertiendo—; La Felicidad e Higuanojo, los cuales rondan el 80 por ciento; en tanto Aridanes, Dignorah y Lebrije se encuentran bastante deprimidos, en este último porque se mantuvo en prevención hidrológica hasta concluir recientemente un proceso inversionista.

De acuerdo con las estadísticas preliminares, a pesar de los aguaceros persistentes durante la última semana, en lo que va de octubre en Sancti Spíritus han caído cerca de 135 milímetros de lluvias, cifra que representa algo más del 80 por ciento del promedio histórico de ese mes.

Los acumulados más significativos de este período, con precipitaciones registradas superiores a los 200 milímetros, se localizaron en El Pedrero, Yaguajay, Taguasco, Jarahueca, la presa Siguaney y la localidad de Rafael Alfonso, en Fomento.

Según el Centro Meteorológico Provincial, estos días de aguaceros continuos se debieron a la proximidad a Cuba de un frente frío estacionario sobre el estrecho de la Florida, en combinación con una hondonada al noroeste del Mar Caribe y con el calentamiento diurno propio de esta época.