Los colores de la tierra (+fotos)

En Trinidad se desarrolló el Taller internacional sobre el estudio y producción de pinturas con pigmentos y aglutinantes naturales obtenidos de los suelos

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Como actividad final del taller los participantes confeccionaron un mural en el que se emplearon pigmentos naturales. (Fotos: Ana Martha Panadés/Escambray).

La tierra ofrece una amplia gama de pigmentos y aglutinantes que, a partir de su estudio, podrían revitalizar la producción local de pinturas de origen natural en ciudades coloniales como Trinidad, cuyos muros muestran la riqueza de esas tonalidades amarillas y ocres.

Sobre esta temática profundizó el Taller Internacional impartido por expertos de Brasil y México y que reunió en la urbe sureña a profesores de la Escuela de Oficios de Restauración Fernando Aguado y Rico, artistas y nuevos actores económicos, quienes conocieron sobre el origen, particularidades y usos de estos materiales obtenidos del suelo.

El arquitecto brasileño Fernando Cardoso reconoce las propiedades de los suelos en Trinidad.

De acuerdo con Marianela Herrera, directora del centro escolar adjunto a la Oficina del Conservador de la Ciudad y el Valle de los Ingenios, este programa de capacitación incluyó varias acciones, desde el estudio mineralógico de la tierra recolectada, la producción de los pigmentos y aglutinantes, hasta la realización de un mural con el empleo de pinturas de origen mineral.

Como parte de las sesiones de campo, se localizaron y caracterizaron suelos por la vegetación y la fauna que habitan en el valle. Tras examinar sus propiedades, se realizaron mezclas que validaron hallazgos importantes, como asegura el arquitecto brasileño Fernando Cardoso.

“En Trinidad hay tierras muy fiables por la alta concentración de limo, formado por partículas de arcilla, lodo y arena, de pigmentación oscura. Esto permite producir pinturas naturales con una gran capacidad para cubrir las superficies y un alto rendimiento, mayor que el de colores industriales”.

Con estudios de maestría y doctorado vinculados a esta materia, el académico se ha dedicado durante años a desarrollar una tecnología social, que se puede compartir y reproducir en otras naciones latinoamericanas. “Los suelos son fuentes de pigmentos y se adaptan a la realidad de cada lugar. La calidad de este tipo de pinturas depende de los aglutinantes naturales. Aquí se han utilizado la planta conocida como tuna o nopal (familia de los cactus) y la cal, pero hay otros disponibles que aún se desconocen”, sostiene el profesor.

Los participantes en el taller internacional aprendieron acerca de las características de los suelos.

El resultado de todo este proceso investigativo puede generar la creación de nuevos emprendimientos locales enfocados en el aprovechamiento de recursos endógenos, en este caso, los suelos, de donde se pueden obtener pinturas naturales con altos rendimientos económicos y riqueza cromática. “No es nada novedoso, esta técnica se utilizó siglos atrás. Trinidad está llena de evidencias. Queremos abrir puertas para producir materiales sostenibles y que las personas conozcan cuánto más puede ofrecer la tierra”, concluye Fernando Cardoso.     

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

Comentario

  1. Noelvis Roben Segura

    Buen artículo. Sería bueno expandir esa experiencia a otros territorios Mis saludos, admiración y respeto ammiga.

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