Galería espirituana de cabeza (+fotos)

Una reparación integral intenta borrar las huellas del deterioro propio por el paso del tiempo y de desacertadas labores de intervención realizadas hace pocos años

El piso de la segunda planta perdió su relleno. (Foto: Lisandra Gómez/Escambray)

Si un título debiera colgarse en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera es el de la Resistencia. Sigue de pie, a pesar de una segunda planta prácticamente sostenida en el aire, vigas sin fuerza para soportar las tejas y tablas, pisos que se tambalean… Y ahí está con una de sus puertas, la que mira hacia el bulevar de la urbe del Yayabo, abierta para seguir con su función de ser guarida a las mejores expresiones de las artes visuales espirituanas.

“Estuvimos muchos años con una colonia de murciélagos que afectó grandemente todo el tejado y la marquetería de su segunda planta —sintetiza Yadira Bernal, máxima responsable del Consejo Provincial de las Artes Plásticas en Sancti Spíritus—. Aunque en el 2017 se intervino, no se tocó el segundo nivel, donde hoy resultó prioridad en el proceso de reconstrucción capital. Sus techos están en pésimas condiciones, vigas fracturadas. Hoy cinco se han sustituido con materiales alternativos por los precios e inexistencia de madera preciosa en el mercado y la presencia de lo que conocemos como comején”.

La galería mantiene abierta su sala principal, donde se expone y se realizan los talleres de creación. (Foto: Vicente Brito)

A grandes trazos la especialista en esa manifestación artística describe una imagen que rompe con la belleza de la casona colonial. Está de cabeza. Paredes con sus ladrillos al desnudo, el piso de la segunda planta levantado, huecos en la madera que lo sostenía, prácticamente todas sus tejas levantadas y polvo, mucho escombro junto a materiales de construcción imposibilitan prácticamente el paso por su área más próxima a la calle Céspedes.

“El piso de la segunda planta perdió relleno, lo que provocó que más de una pared perdiera su anclaje. Por ello, toda esa parte de la institución se declaró en peligro de derrumbe”.

Riesgo que no es nuevo ni para el colectivo del sector cultural ni para el resto de Sancti Spíritus. Este propio medio público se hizo vocero en enero de 2024 de muchas de las afectaciones de la institución e incluso del cartel que en su puerta delataba que de entrar por ahí ponía en riesgo su existencia.

“En estos momentos, a ese deterioro se ha sumado que el piso de la segunda sala se ha empezado a hundir. Los vecinos nos han alertado que debajo hay una fosa que evidentemente presenta alguna dificultad. Incluso, los especialistas que hoy intervienen en la galería nos han alertado que sus losas de grey no son las idóneas para el paso en tacones y que se colocó con un cemento gris, el cual no debió usarse”.

Otra vez se paga bien caro el no exigir calidad y tener control. No puede admitirse que sea ese su estado al cabo de ocho años de haberse abierto las puertas de esa sala con todos los bombos y platillos, tras combinarse tradición con modernidad y la inversión de más de 150 000 pesos en todas las labores de reconstrucción de la institución.

“En estos momentos se asume una restauración integral a toda la institución con el monto de 10 millones de pesos. Parte de las acciones las asumirá el proyecto Visualis, el cual está a pie de obra y asumirá, terminado todo, el reto de materializar aquí un espacio donde se abrirá una cafetería, con actividades que sume a todos nuestros artistas espirituanos”.

Se trabaja en el longevo techo de la casona. (Foto: Lisandra/Escambray)

Sobradas son las experiencias de ese colectivo perteneciente a la filial espirituana del Fondo Cubano de Bienes Culturales, (FCBC), para aceptar el reto de devolverle el esplendor a uno de los inmuebles más representativos de la arquitectura de vivienda espirituana. No son tiempos para improvisar y mucho menos de remiendos que valen casi lo mismo que si se levantara una obra desde sus propios cimientos.

“La sala principal, abierta al público con las diversas exposiciones y donde se imparten nuestros talleres de creación a los públicos infanto-juveniles, también precisa de ser intervenida en su techo, sobre todo en lo relacionado con las tejas. Creemos que al ritmo que se va, porque hablamos de una edificación longeva y los procesos precisan de un paso menos apresurado, podamos disfrutar de la devolución de su esplendor para finales de este año o principios de 2026”, concluyó.

Entre las tejas en el piso y los materiales de construcción acomodados en las esquinas se ha incluido el cambio de todos los llavines, se pintará con los colores más usados cuando se colocó la primera piedra de la casona y se va a restaurar toda la marquetería.

Y precisamente la colección de Fernández Morera —el mayor tesoro de la institución— se mantiene alejada de todo lo que hoy tiene patas arriba a la Galería. Se mantiene resguardada —asegura la máxima responsable del Consejo—hasta que se tengan todas las condiciones para retornar a las salas expositivas. Asimismo, se gestiona con la Universidad de las Artes para restaurar las obras que más deterioro presentan por permanecer por años en almacén.

Será ese otro gran desafío a enfrentar en medio de tantas estrecheces económicas, en un contexto de muchas necesidades y prioridades. Pero, como la propia devolución de la institución a la vida, es una obligación como país en el eterno compromiso de oxigenar el alma de la nación.

Lisandra Gómez Guerra

Texto de Lisandra Gómez Guerra
Doctora en Ciencias de la Comunicación. Reportera de Radio Sancti Spíritus y corresponsal del periódico Juventud Rebelde. Especializada en temas culturales.

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