Un concierto de complicidades mutuas

El destacado compositor e intérprete José María Vitier regaló a Sancti Spíritus una velada de lujo por el medio milenio. Cuando el eminente músico y compositor cubano José María Vitier García-Marruz salió del escenario, luego de una ovación cerrada, el público yayabero confirmó lo que ya intuía desde que los

Una decena de obras de su autoría fueron interpretadas magistralmente durante el concierto efectuado en el teatro Principal.El destacado compositor e intérprete José María Vitier regaló a Sancti Spíritus una velada de lujo por el medio milenio.

Cuando el eminente músico y compositor cubano José María Vitier García-Marruz salió del escenario, luego de una ovación cerrada, el público yayabero confirmó lo que ya intuía desde que los medios comenzaron a anunciar su presentación exclusiva en el Teatro Principal: entre el destacado intérprete y la villa del Yayabo se han tejido fibras de mutua complicidad.

De semejantes nexos intangibles pareció dar fe la versión de Pensamiento que Vitier desgranó frente a un auditorio acostumbrado a los más disímiles arreglos de su canción insigne y que, sin embargo, agradeció este personalísimo acercamiento.

“Nada impidió que compartiera este tema con ustedes”, señaló el propio artista, quien lamentó a su vez no haber podido interpretarlo en la gala cultural de la víspera porque su presencia “no fue requerida”, según declaró ante un público que, no obstante, disfrutó cada minuto de este peculiar regalo a la ciudad en su medio milenio.

Una decena de obras de su autoría, entre las que sobresalen las que el maestro ha concebido para las bandas sonoras de El siglo de las luces y Fresa y chocolate, fueron interpretadas magistralmente durante el concierto en el cual, además, incluyó los acordes de Un ángel, Deseos y Ritual, tres de sus más recientes creaciones; la última de ellas figura en el próximo disco de Vitier, que contará con la colaboración excepcional de Pablo Milanés.

De singular valía resultó el dueto ocasional con el destacado músico Abel Acosta, quien redondeó algunos de los temas con el ritmo telúrico de la percusión en diversas vertientes: pailas, bongo, clave…

En la obra de Vitier se percibe la influencia del rock, el jazz y la trova, así como la asimilación de la herencia clásica europea. Su corpus creativo tiene la particularidad de resumir las sonoridades de las que se nutre y convertirlas en una nueva expresión de la música popular cubana.

Esta fue la cuarta oportunidad en que el destacado compositor se ha presentado frente al público yayabero en los últimos cinco años, período en el que también actuó en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera y reinauguró con otra velada de lujo el Teatro Principal en 2012.

Precisamente por esa especie de complicidad íntima entre el Yayabo y el destacado músico, los espirituanos no hubiesen concebido mejor homenaje a los cinco siglos de la villa que el de este miércoles en la noche, un concierto de elevado lirismo signado por el talento indiscutible de José María Vitier.

Gisselle Morales

Texto de Gisselle Morales
Periodista y editora web de Escambray. Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2016). Autora del blog Cuba profunda.

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