El agua de nunca acabar

Lo del agua en Trinidad remeda el cuento de la buena pipa y no precisamente por la historia, sino por la reiteración, pues la escasez de agua en la sureña villa viene a ser un asunto tan añejo casi como las chinas pelonas de sus calles, so pena de la

Lo del agua en Trinidad remeda el cuento de la buena pipa y no precisamente por la historia, sino por la reiteración, pues la escasez de agua en la sureña villa viene a ser un asunto tan añejo casi como las chinas pelonas de sus calles, so pena de la hipérbole.

Varias misivas sobre dicho tema han sido tratadas en esta sección de Cartas de los lectores y la última de ellas nos llega ahora remitida por Jhoannis Jacinto Rodríguez Ávalos, quien reside en la Calle D, No. 15 entre 2da. y 4ta., en el reparto Primero de Mayo, del municipio trinitario.

Y su carta, aunque en pocas líneas, llueve sobre mojado: “Desde el mes de mayo del 2023 — escribe Rodríguez Ávalos— estamos presentando problemas con el agua, los ciclos atrasándose y el servicio cuando lo ponen es de mala calidad: no hay presión de agua y existen hogares que no les entra agua”.

Además de ello, cuando Escambray contactaba telefónicamente al lector, este aseguraba que nunca antes habían padecido en esa zona tal situación, que ahora los ciclos se han extendido hasta más de 30 días, que cuando la ponen solo son cuatro horas y no da tiempo ni a llenar los tanques y que existen casas, ubicadas en zonas más altas, a las cuales el agua no ha vuelto a llegar.

Mas, por lo que enuncia en su misiva, no se ha conformado con simplemente padecer un mal crónico en esa ciudad y que ha afectado en diversas ocasiones a muchísimos trinitarios. Según explicita Jhoannis en su carta, “he llamado varias veces a Acueducto de Trinidad y siempre es una justificación, sin respuesta y solución a este problema”.

La Unidad Empresarial de Base Acueducto Trinidad no desconoce tal asunto. Así lo confirmaba a Escambray su director Michel Sorroche Ruiz, quien reconocía las dos consecuencias de un mismo problema: “Se han extendido los ciclos y lo otro es que el agua no les llega a todos”.

Al decir de Sorroche Ruiz, la causa de dicha situación radica en el déficit de equipamiento. “Se debe a la rotura de los equipos de bombeo. De siete equipos que deben abastecer esas ocho zonas se encuentran fuera de servicio Santiago 1, 2, 3 y 6, aunque este último debe entrar a funcionar en breve.

“Ya hace un año y seis meses que estamos presentando problemas —asegura Sorroche Ruiz—. Hemos ido buscando alternativas y reparando los equipos, pero no ha sido posible arreglarlos todos debido a los años de explotación que tienen.

“Se ha buscado la alternativa, a través del Grupo Municipal de la Sequía, donde participan los factores de la comunidad como delegados y presidentes de Consejos Populares, de ir distribuyendo los carros cisternas hacia las zonas más afectadas. Además, por medio de la oficina de Atención a la población de nuestra empresa a los casos más críticos que no pueden coger el agua en la calle se les lleva a la casa.

“La solución —sostiene Sorroche Ruiz— depende de las bombas, que hoy el país tiene serias limitaciones para su adquisición; no obstante, se espera que puedan llegar nuevas bombas a Trinidad”.

Mientras se materializan las soluciones, que se vislumbran a tan largo plazo, habrá que revisar exhaustivamente zona a zona para lograr que el agua que no entra por la tubería llegue al menos en pipas, pero que llegue.

Dayamis Sotolongo

Texto de Dayamis Sotolongo
Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año (2019). Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

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