Trinidad puede ser una ciudad más limpia (+fotos)

Gracias a la cooperación internacional se ejecuta en esta urbe un proyecto de alcance socioeconómico y ambiental que, en dos etapas, ha logrado mejorar el estado constructivo de viviendas, la creación de un hermoso espacio público y el diseño de un plan de manejo de los desechos sólidos, entre otros beneficios

El parque de los Dos Cañones será un sitio de encuentro para los vecinos de la comunidad y parte de un proyecto para hacer a Trinidad una ciudad más limpia. (Foto: Ana Martha Panadés/Escambray).

Lo que antes fue una ladera cubierta de maleza y despojos de todo tipo está a punto de convertirse en el Parque de los Dos Cañones, un espacio en total armonía con el entorno de este barrio, conocido como La Barranca, al borde mismo de la ciudad de Trinidad

Renace este sitio, el cual debe su nombre a sendas piezas enterradas en la esquina de lo último de la calle Independencia, a la luz de un proyecto de cooperación internacional que ha generado una sinergia muy provechosa entre la Oficina del Conservador de Trinidad y la Organización No Gubernamental (ONG) Arquitectura sin Fronteras, de la demarcación de Andalucía, España.

El trabajo en equipo entre la fuerza técnica y los operarios fue muy provechoso para el avance de la obra.

La terminación del parque figura entre las obras de una intervención mayor que tiene como principal finalidad convertir en protagonistas del cambio a los vecinos de la popular barriada, donde se mejoran las condiciones de habitabilidad y de higiene colectiva para beneficiar toda el área de Las Tres Cruces, una de las primeras urbanizaciones de la villa.

Devuelve, además, los valores urbanísticos y patrimoniales a un lugar sagrado para la historia local, testigo de la entrada, en 1895, de las tropas del Ejército Libertador a la ciudad bajo el mando de Lino Pérez Muñoz, General de las Tres Guerras.

PROYECTO DE LARGO ALCANCE

El proyecto —que comprende dos etapas— se enmarca en el Plan de Manejo del Centro Histórico de Trinidad y da curso a un proceso iniciado en 2017 con acciones dirigidas, en lo fundamental, a la rehabilitación de viviendas, las aceras y el empedrado.

Para Mirén Ormaechea, coordinadora de Arquitectura sin Fronteras, ha resultado una experiencia maravillosa. “Ya son varios años de colaboración y lo más importante es apreciar la transformación y los beneficios socioeconómicos que reciben las personas residentes en este barrio, con un interesante valor ambiental y urbano”.

El taller de voluntarios ha sido una experiencia maravillosa para estos arquitectos jóvenes, asegura Mirén.

El entusiasmo de Mirén contagia. Ella y todo el equipo de trabajo confían en la utilidad del proyecto, pese a no pocas contingencias: demoras en la importación de algunos recursos debido al bloqueo, la parada obligada a causa de la pandemia, la inestabilidad de la fuerza de trabajo… Mas, su sensibilidad está a prueba de todo.

La primera etapa se extendió desde enero de 2017 hasta junio de 2023 y posibilitó la rehabilitación de 135 viviendas de la calle Independencia, entre Boca y Tornero, con acciones en la primera y segunda crujías. En la ejecución de los trabajos se utilizaron más de 300 400 euros aportados por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, y alrededor de 915 600 pesos, provenientes de las arcas de la Oficina del Conservador.

Yamilka Álvarez, directora técnica de la institución trinitaria, valora de extraordinaria la participación de la contraparte española, en tanto proporciona no solo financiamiento, sino el acceso a diferentes recursos, entre ellos madera y pintura, la posibilidad de importar equipamiento, asesoría técnica e incluso apoyo a pie de obra.

El trabajo a pie de obra de los voluntarios españoles ha sido fundmanetal para concluir el parque.

Desde junio del pasado año arrancó el segundo momento de la iniciativa, la cual posee un alcance mayor al proponer soluciones para la gestión efectiva de los desechos sólidos en toda el área, con la provisión de servicios básicos de salubridad, desde un enfoque de género, patrimonio y medio ambiente.

En las labores —comenta Yamilka— participa como fuerza constructora principal la mipyme Todo de Madera, responsable de cinco objetos de obra: la intervención en 28 viviendas, la construcción de un parque, una caballeriza y los llamados cuartos limpios para el depósito de los desechos sólidos, además del remate de los trabajos en las aceras y el empedrado en la última manzana de la calle Independencia.

Precisamente la falta de medios para la recogida y clasificación de la basura resultó una de las problemáticas identificadas por el equipo de trabajo de Arquitectura sin Fronteras. José Negrín, responsable de la ONG en la demarcación de Andalucía, considera indispensable el apoyo con medios mecánicos en aras de la sostenibilidad del proyecto.

“En proceso de importación se encuentran un camión de recogida y un grupo de contenedores, que serán ubicados en lo que hemos llamado cuartos limpios para la selección de los residuos. Se concibió también un diseño en armonía con los valores patrimoniales de la ciudad y ese entorno urbano.

Las mujeres han sido mayoría entre los arquitectos españoles que participaron en el taller de voluntarios para concluir el parque de los Dos Cañones.

“Otro elemento vital tiene que ver con la participación de los vecinos, responsables de mantener la higiene del lugar; por ello se realizan acciones de sensibilización con los adultos y talleres creativos en los que los niños aprenden a clasificar los desechos; serán los principales promotores del cambio”, sostiene Negrín.

TALLER DE IDEAS Y DE BUENAS INTENCIONES

El parque de los Dos Cañones fue un anhelo de varios años. Vitalia Rodríguez lo vio nacer en el mismo sitio donde se había instalado un vertedero que le impedía salir a la bodega cuando llovía mucho. “Estaba horrible por la hierba y el fango. Ahora es una belleza y estamos muy agradecidos”.

A ella todos la conocen por Nena y por el corazón enorme que tiene. “Mi casa es como un puesto de mando, aquí preparan el café, la merienda, los muchachos guardan sus mochilas; lo que haga falta. Estoy sintiendo que ya se van”, dice y mira al grupo de jóvenes que acomoda una carpa en el centro del parque.

Se refiere a los 20 arquitectos españoles que participan, como voluntarios, en un taller de construcción del espacio público para dotar al parque de mobiliario urbano, convocado por Arquitectura sin Fronteras de la demarcación de Andalucía.

Mirén Ormaechea, coordinadora de Arquitectura sin Fronteras en la demaracación española de Andalucía, ha sido el alma de este proyecto de cooperación internacional.

“Se realizó un taller de ideas para quedarnos con las mejores propuestas”, comenta José Negrín, satisfecho con el resultado que Escambray también es capaz de apreciar. 

Con un diseño que combina elementos tradicionales, como el ladrillo, la piedra y el embarrado de los muros, en las amplias terrazas se construyeron in situ mesas para diferentes juegos, se levantan tres pérgolas trenzadas por artesanas de la comunidad con el punto de Tenerife y se siembra la vegetación que le dará vida verde y sombra al lugar.

María de los Ángeles y Juan Raposo son dos de los jóvenes que se inscribieron en el taller y comparten ahora sus vivencias. “Es una experiencia bonita, unir la cultura nuestra con la cubana. Es lo que le da empaque al proyecto”, comenta ella. “Hemos aprendido el trabajo en equipo, a buscar alternativas cuando se presenta una dificultad y eso ha sido genial”, sostiene el arquitecto en estancia de doctorado.

Con tres años de graduada, Stephani Herrera Pérez agradece ser parte del equipo de la Oficina trinitaria que apoya a pie de obra la construcción de este parque, sitio de encuentro a partir de ahora para los vecinos de la comunidad.

Como jefe técnico de la mypyme Todo de Madera, el ingeniero civil Rafael Montes Vázquez posee sobrada experiencia en este tipo de labor; en esta ocasión —considera— el intercambio técnico ha sido fluido y muy provechoso.

“El apoyo es fundamental a fin de terminar la obra en la fecha prevista. Todos han cumplido su parte, nuestros operarios y la representación española también. En el caso de las muchachas es admirable su disposición. Trabajan a la par de los hombres, doblan acero, repellan… Nos sentimos muy satisfechos con el resultado”.

El propósito de esta iniciativa, que desborda solidaridad y nobleza, va más allá de la construcción del parque en sí y de todos sus elementos urbanos, sino que pretende sensibilizar a la población sobre la importancia de este tipo de espacio público y la incorporación de nuevas dinámicas para su buen uso.

LIMPIAR, RECICLAR Y CUIDAR

Aunque el taller de voluntarios finalizó y superó cualquier tipo de expectativas, el proyecto de cooperación internacional se adentra en una etapa crucial con la ejecución del plan de manejo de los desechos sólidos que beneficiará a toda la calle Independencia y otras áreas del barrio de Las Tres Cruces.

La propuesta, diseñada por un equipo de la Oficina del Conservador de Trinidad, define la responsabilidad de varios organismos, entre ellos el Gobierno local, Servicios Comunales y la Empresa de Materia Prima, además de la propia población a fin de lograr la gestión sostenible de los residuos en todo ese entorno citadino

Hasta el mes de abril —fecha en que concluye íntegramente la intervención— se trabajará igualmente en la construcción de los cuartos limpios, donde quedará clasificada la basura; en una caballeriza para el resguardo de los animales utilizados en las excursiones hasta el valle de San Luis y proseguirá la educación en materia de reciclaje selectivo, con aspiraciones de extender la práctica al resto de la localidad.

Desafío mayúsculo, pero que no desanima a Mirén, el alma de este generoso proyecto. “Queda mucho por hacer todavía, pero hemos visto una transformación total del espacio público que invita a llegar, a sentarse y a hacer vida comunitaria. Ahora corresponde a los vecinos cuidarlo. Este barrio, el de Las Tres Cruces, ha sido el elegido para hacer que Trinidad sea una ciudad más limpia”.

Ana Martha Panadés

Texto de Ana Martha Panadés
Reportera de Escambray. Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas sociales.

Comentario

  1. Y Cabaiguán también puede ser una Ciudad Limpia, pero lamentablemente está llena de basureros comunitarios que a parte de dañar la imagen ambiental de la ciudad, facilita la proliferación de enfermedades y vectores, así llevamos mucho tiempo y la inercia se ha apoderado de los decisores. Además sus viales llevan 30 años en franco deterioro, luego del inicio de la construcción del acueducto en 1990. Lamentable. Gracias

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