Sancti Spíritus preserva la herencia recibida (+ fotos)

Que la ciudad llegue erguida a su 508 cumpleaños fue motivo suficiente para que, justo en medio del Centro Histórico, en el emblemático teatro Principal, una de las joyas de la villa, los delegados a la Asamblea Municipal del Poder Popular efectuaran la sesión solemne a propósito de la fecha.

Presidida por Deivy Pérez Martín y Teresita Romero Rodríguez, primera secretaria del Partido en la provincia y Gobernadora, respectivamente, y Alexis Lorente Jiménez, miembro del Consejo de Estado y presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, la sesión fue expresión del cúmulo de tradiciones que guarda una ciudad llena de enrejados, tejas de barro y edificios eclécticos, de parrandas y punto cubano, y de yayaberos que han sabido preservar un patrimonio de alcance mundial.

Por eso el homenaje a un pedazo de la historia de Sancti Spíritus con símbolos únicos que se exhibieron como una forma de preservar la memoria histórica; protagonistas en la sesión una escudilla española, pieza que constituye uno de los hallazgos en el Sitio Histórico Arqueológico de Pueblo Viejo, sitio fundacional en 1514, un prototipo único fabricado por un método aborigen y constituye uno de los exponentes más importantes de la transculturación indohispánica en el territorio.

Acompañaron a la antiquísima vasija muestras como la botijuela, instrumento tradicional de la Parranda Típica Espirituana, a quien está dedicada la jornada por sus 100 años, la Bandera de Proeza Laboral concedida al Hospital de Rehabilitación Faustino Pérez, primera institución espirituana en acoger pacientes afectados por la covid, las victorias en el campo del deporte presentes con la medalla de oro olímpica de Frederich Cepeda y la de plata de Eriel Sánchez en el Primer Clásico Mundial, así como la certificación del reconocimiento entregado en enero del presente año a los jóvenes espirituanos por la extraordinaria labor realizada durante toda la etapa de pandemia.

El escenario fue propicio para que figuras destacadas del territorio fueran galardonadas con diferentes reconocimientos, entre ellos el artista de la plástica Antonio Díaz, Pintor de la Ciudad o de los Tejados, por sus 80 años y la Parranda Típica Espirituana, por su centenario. De igual modo recibieron la distinción Hijo Ilustre Eriel Sánchez, por muchos años integrante del equipo de béisbol de Sancti Spíritus y actual director de los Gallos, y el escultor Félix Madrigal, mientras el proyecto comunitario de teatro infantil Los Yayaberitos, la Compañía Haciendo Futuro y Omar Reinaldo Blanco, especialista del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Sancti Spíritus, fueron merecedores de la Llave de la Ciudad.

El Escudo de la Ciudad fue otorgado a Frederich Cepeda, gloria del deporte cubano, a Enrique Rosendo Pérez, director del CIGB espirituano y a Edgardo Mario Conde, por su destacada trayectoria científica

En una retrospectiva de la última etapa Lorente Jiménez  resaltó los resultados económicos, sociales y deportivos del municipio, entre los que sobresalen los alcanzados en el  sector de la salud, con indicadores favorables en el enfrentamiento a la covid,  de igual modo durante el año se ha mantenido en cero la mortalidad infantil y materna, se garantiza el 100 por ciento de cobertura en los consultorios del médico de la familia, entre otros logros en sectores sociales y económicos.

El presidente de la Asamblea Municipal destacó que la búsqueda de alternativas para que el municipio avance y todo el movimiento de reanimación en torno al aniversario es también un reconocimiento a la ciudad por la obra realizada en todos estos años de Revolución y una forma de saldar la deuda permanente con sus pobladores.

 “Tenemos que trabajar en la espiritualidad del barrio, en lo sentimental, en cómo educar y lograr la participación popular a través de la cultura y el trabajo social”, señaló para después, parafraseando al entrañable historiador Eusebio Leal expresar: “Detén el paso caminante y profundicemos en un tema que nos proporcionará las herramientas para admirar el carácter valioso e irremplazable de la herencia recibida, de no contribuir a ello, además de borrarse las huellas del pasado, se le negaría a las futuras generaciones el derecho de poseer un patrimonio que los identifique”.